Una noche en sueños...yo con Jesús caminaba,
junto a la orilla del mar...bajo una luna plateada.
Soñé que veía en el cielo...mi vida representada
en una seria de escenas que en silencio contemplaba.
…
Dos pares de firmes huellas en la arena...iban quedando
mientras con Jesús andaba...como amigos conversando.
Miraba atento esas huellas reflejadas en el cielo,
pero algo extraño observé y sentí gran desconsuelo.…
Observé que algunas veces...mirando nuestras huellas
en vez de ver los dos pares, las de Jesus y las mias...
veía sólo un par de ellas.…
Y observaba también yo...que aquel unico par de huellas
se notaban mayormente en mis noches sin estrellas.
En las horas amargas de mi vida...llenas de angustia y tristeza,
cuando el alma necesita más consuelo y fortaleza.
…
Pregunte muy triste a Jesús:“¡Señor, Tú no has prometido
que en mis horas de aflicción siempre andarías conmigo…?
Pero miro con tristeza que en medio de mis querellas...
cuando más siento el sufrir...veo sólo un par de huellas.…
¿Dónde están las otras dos que indican Tu compañía
cuando la tormenta azota sin piedad la vida mía?
Y, Jesús me contestó...con ternura y comprensión;
"Escucha bien, hijo mío, comprendo tu confusión...…
Siempre te amé y te amaré, y en tus horas de dolor
siempre a tu lado estoy y estaré para mostrarte Mi Amor.
Pero si ves solo dos huellas en la arena al caminar...
y no ves las otras dos que se debieran notar...…
Es que en tu horas de afliccion y de dolor, cuando flaquean tus pasos,
no hay huellas de tus pisadas...porque Yo...te llevo en Mis brazos".
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